Un experimento no es más que una prueba o una serie de pruebas. Se realizan en todas las disciplinas científicas y de la ingeniería siendo una parte fundamental del proceso de descubrimiento y aprendizaje. Conducir un experimento o investigación requiere tres etapas, planificación, ejecución y análisis de resultados. En la primera el investigador se plantea: ¿Por qué hacer el estudio?, ¿Qué material quiero usar? ¿Qué proceso es más eficiente? y ¿Qué quiero aprender? En esta etapa es donde un diseño de experimentos causa el mayor impacto en la calidad de un trabajo de investigación. La segunda consiste en la parte de ejecución en donde se han determinado las variables de estudio y la última en el análisis de resultados mediante métodos estadísticos.

El objetivo de un diseño de experimentos es de proveer herramientas que aseguren que una investigación sea capaz de proveer respuestas a nuestras preguntas de manera eficiente y con los recursos disponibles. Las conclusiones que se pueden extraer dependerán de cómo se condujo y por ellos su diseño desempeña un papel principal en la solución del problema.